No hay dudas.
Presupuestar es una de las tareas más difíciles para un paisajista.
Acá se mezcla no solo la parte emocional de tener que cobrar (a todos nos cuesta en mayor o menor medida), sino también enfrentarse a un posible rechazo por parte del potencial cliente y la dificultad que en sí mismo acarrea hacer un presupuesto.
De hecho, los presupuestos que hacemos en nuestro estudio de paisajismo son los documentos que más cantidad de cambios han sufrido a lo largo del tiempo.
Cambiamos el formato, los textos, sus bloques de contenido y los sistemas que hay detrás de presupuestar.
Nuestros presupuestos son como el reflejo de nuestra madurez profesional.
Y de todas esas cuestiones que debés enfrentar en cada presupuesto, hoy quiero hablarte de la sistematización y de cómo puede hacer que te demores la mitad de tiempo haciendo presupuestos (y que a la vez sean el doble de efectivos).
Sistematizar algo no es más que crear una serie de pasos para cumplir un determinado objetivo, pero con la premisa de repetir siempre los mismos pasos para que, con el tiempo, cada vez nos resulte más sencillo llegar a ese objetivo (y, por ende, nos tome menos tiempo).
En el caso del presupuesto, se trata de crear un método paso a paso que te permita agilizar tus tiempos a la hora de presupuestar.
Dentro de este sistema, existen 4 pilares fundamentales que cualquier método que escojas debería incluirlos:
Pilar 1: Que el sistema sea práctico.
Si el método para presupuestar es demasiado intrincado, necesita muchos recursos y te consume energía extra, es porque necesitas trabajarlo más.
Recordá que tiempo es igual a dinero. Si no cobras por tus presupuestos, querrás hacerlos lo más rápido que puedas. Y si los cobras, cuanto más ágil los hagas, más rendidor será ese dinero.
Pilar 2: Que arroje valores confiables.
Pocas cosas son tan frustrantes en la vida del paisajista como un presupuesto mal calculado. Lo peor es que la mayoría de las veces terminás equivocándote por defecto (es decir, deberías haber cobrado más).
Por eso, es necesario que afines el sistema de presupuesto para que el resultado que arroja sea lo más cercano posible a la realidad en cuanto a costos de todo tipo.
Pilar 3: Que el sistema pueda automatizarse.
En este caso podemos valernos de programas como Excel para hacer cálculos rápidos de manera automática y así disminuir el tiempo y a la vez que sea menos probable cometer errores de cálculo.
Pilar 4: Que el sistema te ayude a vender más.
Si tus presupuestos no te enorgullecen, algo tenés que cambiar. Este documento suele ser tu última oportunidad para convencer a un cliente de que trabaje con vos. ¿Vas a desperdiciarlo?
Pero basta de tantas palabras y pasemos a la acción en este video, donde Fran te va a contar de manera práctica cómo aplicar cada uno de estos pilares y un ejemplo completo sobre cómo crear un sistema práctico para presupuestar.
