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Jardines: equilibrio entre creatividad y funcionalidad

Jardines: equilibrio entre creatividad y funcionalidad

Hay un largo trecho entre el proyecto de diseño que imaginamos para un cliente y lo que finalmente podremos construir. Aquí hablamos de la diferencia entre diseño creativo y diseño funcional, y de qué forma tener claridad sobre esto impactará en los resultados de tus diseños.

Si has llegado hasta aquí es porque al menos una vez te encontraste con esta situación:

Tienes una grandiosa idea para resolver un jardín, vas con todo el entusiasmo a presentársela a tu cliente, terminas la presentación y te sientes a un paso de concretar esa idea que te llena de orgullo.

Tan pronto como el cliente empieza a darte su devolución, te das cuenta de que tu idea será difícil de concretarla tal cual lo imaginaste.

¿Te ha pasado?

Y si aún no te ocurre, es buen momento para que te prepares.

Entiendo perfectamente esta situación. Creemos que las ideas para el proyecto que presentamos son un poco exageradas, idealistas, que no comprendimos lo suficiente al cliente y hasta que no somos tan buenos paisajistas.

Lo sé. Nuestro cerebro es malo algunas veces y debemos aceptarlo.

Pero… ¿En qué momento aparece el enfrentamiento entre lo que imaginamos para un espacio y lo que en verdad podemos hacer?

Para que el diseño de jardines sea exitoso no nos alcanza con la dosis de creatividad. Necesitamos de una dosis MUY alta de sentido de FUNCIONALIDAD.

Tienes que pensar que creatividad y funcionalidad van de la mano. Son hermanos inseparables. Y en el momento que aprendes a lidiar con los dos a la vez, llegarás a mejor puerto que si solo le prestas atención a uno de ellos.

¿Qué es la funcionalidad en el diseño?

Significa en qué medida un espacio va a funcionar para los objetivos y situación particular de cada cliente.

No importa cuán maravillosas o bellas sean nuestras ideas para resolver un espacio. Si no van a funcionar para un cliente en particular, lamentablemente quedarán en la nada y tendremos que reformular el proyecto.

Para que un diseño sea funcional, debe ajustarse como mínimo a estos puntos.

  • Sigue la línea de lo que el cliente “quiere ver” (después de todo, es su jardín).
  • Utiliza especies vegetales que se consiguen y se desarrollan sin problemas en la zona.
  • Esas especies y la forma en que planteamos el espacio, no van a ser un dolor de cabeza para mantenerse.
  • Es acorde al bolsillo del cliente.
  • Tengo conocimiento para sobrellevar el desarrollo de cada aspecto del proyecto (o tengo el contacto de la persona que sabe hacerlo mejor que yo).

¿Esto significa que no sirve la creatividad a la hora de diseñar?

No. De hecho siempre insisto con esta idea. Ser creativos o imaginativos a la hora de diseñar espacios “cool” está buenísimo, pero es un error garrafal quedarse solo en eso.

Ya lo decía muy claramente un maestro de mi universidad:

“Diseñar jardines es un 80% técnica y un 20% creatividad”.

Lo dijo en una clase hace ya 8 años y hoy podría decirle que estaba en lo cierto.

No te concentres tanto en cómo hacer que un espacio sea solamente bello. No va a servir si no funcionará para las necesidades del cliente.

Y si cliente tras cliente te das cuenta de que tus ideas “no encajan”, entonces es momento de plantearte buscar otro tipo de clientes. Pero eso quedará para otra ocasión.

Que tengas un excelente día,

Eze.

 

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